Las medidas de salvaguardia se aplican frente a importaciones que incrementan su volumen a un mercado determinado no como consecuencia de la existencia de prácticas de dumping, o porque sean beneficiarias de subsidios, sino cuyo comportamiento responde a otros factores como por ejemplo, una situación especial del mercado mundial del producto respectivo, cambios en los gustos de los consumidores o fallas en la industria nacional respectiva. La aplicación de medidas de salvaguardia tiene como supuesto fundamental el hecho de que durante el período de vigencia de las medidas, la industria nacional afectada deberá implementar un plan de reajuste que le permita mejorar sus condiciones de producción, de forma tal que una vez extinguidas las medidas, la industria se encuentre fortalecida.